domingo, 18 de octubre de 2009

Manzanas asadas

Incluso si supiera que mañana se acaba el mundo, seguiría plantando hoy mi manzano (Martín Lutero)

Llega el otoño y con esta bonita estación los platos más hogareños y reconfortantes, entre ellos algunos postres cuya receta ya os he dado en otra ocasión, como el pastel de zanahoria o la tarta de pacana, y otro muchísimo más fácil de hacer y que a buen seguro muchas de vosotras ya conocéis: las manzanas asadas.

Las manzanas asadas están deliciosas tal cual, después de comer o cenar y también para merendar. Asimismo, pueden acompañarse de queso fresco, de bizcocho o de helado de vainilla. También hay quien las riega con sirope. En fin, que podéis dejar volar vuestra imaginación, dependiendo del hambre que tengáis o del aporte calórico que queráis otorgarles.

Mi receta es muy baja en esto último, pues he sustituido la mantequilla del relleno por otros ingredientes, pero si os gusta el sabor de esta, no dudéis en ponerle un poquito dentro, también resultan deliciosas. Yo no las he rellenado con ningún ingrediente sólido, pero están buenísimas si además de lo que yo les pongo les introducís, antes de meterlas en el horno, nueces, pasas, cereales, o lo que os apetezca. Así que, ya sabéis, como las hago yo están para chuparse los dedos, pero vuestro toque personal nunca está de más.

Ingredientes (para 4 manzanas):

4 manzanas (de cualquier tipo, dependiendo de si os gustan más ácidas o más dulces, rojas, verdes, amarillas…)

4 cucharaditas de azúcar moreno

4 palitos de canela

4 chorritos de vino dulce (yo he utilizado Pedro Ximenez, regalo de mis primos políticos, Merche y Sergio, ¡qué bueno, chicos, muchas gracias!).

Azúcar glasé para espolvorear

Pasos:

-Lavad las manzanas y quitadles el corazón. Para ello, yo me he hecho con un descorazonador de manzanas (es un nombre muy triste para un utensilio, pero me resulta utilísimo para todo: fruta, tomates…), pero si no, utilizad un cuchillo, claro. No lleguéis hasta el fondo porque si no, se saldrá el relleno por debajo.

-Colocadlas en la bandeja del horno y rellenar con el azúcar moreno y el vino dulce. Después, introducidles el palito de canela.

-Horneadlas a 200º durante una media hora. Espolvoreadlas con el azúcar glasé durante los últimos cinco minutos.

Antes de comerlas, esperad a que se enfríen. Si sobra alguna, guardadla en la nevera.

Por cierto, yo aún no lo he probado, pero el otro día me contaron que si descorazonas y rellenas unas manzanas, las envuelves en papel de plata y las guardas en el congelador, cuando las sacas y las descongelas, quedan como manzanas asadas sin que haya sido necesario hornearlas. Si es cierto, resulta una idea estupenda, pues puedes hacer un montón, congelarlas y sacarlas cuando te apetezca una. Si alguien lo prueba antes que yo, que me cuente.

¡Feliz otoño!

2 comentarios:

dintel dijo...

Antes de ayer, comí. No las hice yo, esta vez, pero estaban buenísimas (sí, pero) ;)

farala dijo...

las como a menudo en el trabajo pero seguro que no son iguales que estas. La receta ue me acabo de copiar es la de la tarta de zanahoria, mi favorita del mundo mundial; justo el otro día pensé que te la iba a buscar en el blog, pero hoy me la has puesto a mano!!
?¿que tal ayer?
¿y antes de ayer?